Breve introducción
El 28 de junio se considera desde
hace muchos años como el ‘Día internacional del orgullo LGBT+’, pero con el
paso del tiempo y el alzamiento en fuerza y voz de los cada vez más visibles miembros
de la comunidad, todo el mes de junio ha acabado convirtiéndose en el ‘Mes del
orgullo LGBT+’.
Dicha celebración comenzó en
1970, conmemorando los repentinos y violentos disturbios de Stonewall Inn en
Nueva York, EE.UU. (New York, USA) tan solo un año antes en el barrio Greenwich
Village. Estos disturbios (en contra de una redada policial que perseguía a
personas homosexuales y transexuales bajo la aprobación del gobierno) a menudo
se consideran por muchos como el primer gran movimiento de la comunidad LGBT+.
Comunidad que desde entonces emprendió una carrera a toda velocidad para exigir
derechos que protegieran a las personas del colectivo ante las injusticias que
hasta el momento habían tenido que soportar. El silencio se rompió y ahora,
casi 50 años después, en buena parte del mundo (aunque no en toda) las personas
LGBT+ pueden gozar de una tranquilidad y libertad que antes era impensable.
Pese a todos los logros alcanzados (que han sido muchos) aún se debe seguir
luchando en muchos lugares del mundo para lograr la igualdad de derechos y la
libertad de mostrarse cual son sin miedo alguno de ser juzgados o acosados.
(Conmemoración de los disturbios de Stonewall en 1970)
Al contrario de lo que algunos
creen (incluso en España, supuestamente el país del mundo con mayor ratio de
tolerancia en un 88% de la población según los cálculos de 2017), esta
celebración no es un intento de imponer una “ideología de género” o de “convertir”
a las siguientes generaciones en miembros del colectivo (¡Señor/a, que no es
contagioso!). Esta celebración es un intento de concienciar y de buscar la
aceptación de todas las personas del colectivo. De mostrar que son seres
humanos tan merecedores de vivir dignamente como el resto de personas. No son
más especiales y tampoco menos, tan solo personas.
Dicho todo esto (que a más de uno
seguro que le ha aburrido) voy a contar algunas de las anécdotas que he vivido
desde que “salí del armario” públicamente (y antes de ello) como mujer
transgénero-lesbiana y algunas cositas más.
1- La conversación con mi
hermana.
Mi hermana fue una de las pocas
personas que sabían de mi secreto antes de que lo hiciera público, así que la
conversación estuvo llena de nerviosismo por mi parte (y creo que no es para
menos). Pero no voy hablar de toda la conversación, tan solo de un punto
concreto de ella.
Mi hermana siempre me había
llamado “Tete” como apelativo cariñoso hacia su hermano. Así que cuando le
conté la verdad (y mi intención de cambiar de sexo) su reacción fue,
literalmente, ‘¡Oh, tengo una hermanita! ¡Qué ilusión! Espera… ¿Entonces ahora
en lugar de “Tete” te tengo que llamar “Teta”? (sí, ha dicho 'teta')
Si… sus reacciones ante temas tan
importantes son así de surrealistas, como una serie cómica, pero es
encantadora… a su manera…
2- Pene pequeño...
No os precipitéis, que os veo
venir… La siguiente anécdota tiene que ver con otra persona distinta (LOP a
partir de ahora) y también de la vez que se lo revelé (en realidad casi todas
tienen que ver con ese momento). Normalmente se dan cuatro alternativas:
reacción positiva (sin prejuicios y con mucho apoyo), reacción negativa (tienes
suerte si te consideran un poquito mejor que Satán), reacción confusa (no
tienen ni puñetera idea de qué es una persona transgénero y hay que
explicárselo) o reacción difícil de describir (no sabes si se lo toman bien o
mal, pero todo es muy raro). Esta anécdota está vinculada a la última reacción.
Cuando se lo conté a LOP, parecía
saber a qué me refería con ser transgénero (algo bueno). Lo chocante de esta
conversación fue cuando me preguntó por el motivo de querer cambiar de sexo. En
mi opinión es bastante obvio, si una persona cambia de sexo es porque quiere
cambiar de sexo (modo simplificado), porque se siente hombre o mujer
(dependiendo del caso) y eso es lo que quiere ser y la forma en que quiere
vivir. Todo muy lógico, ¿no?
Pues bien… parece ser que LOP no
pensó en ello y la situación fue tal que así:
‘LOP: ¿Tienes pequeño el pene?
Yo: ¿Qué? ¡No!
LOP: Entonces… ¿Por qué quieres
ser mujer? No lo entiendo…
Yo: No se… ¿tal vez porque me
siento como tal y quiero serlo? (inserte tono sarcástico aquí)
LOP: ¿Entonces no tienes el pene
pequeño?’
Lo sé… Chocante, ¿verdad? Lo
cierto es que me hizo bastante gracia a pesar de lo insultante de la
insinuación. Tanta que incluso hice un "cómic" dedicado a ese momento (quizás lo muestre un día xD).
3- Chico con chica y chica con
chico.
Si, sé cómo pinta el título de
esta anécdota (¡Astrid heteronormativa!), pero de nuevo no os precipitéis. Tampoco
revelaré la identidad de esta persona (a la que llamaré NUP a partir de ahora).
El día que se lo conté a NUP yo
le había hablado anteriormente de mis relaciones anteriores, lo que vienen siendo
mis exnovias (3 en toda mi vida, ‘yastá’, no penséis ahora que iba de ligona o
algo porque nunca me fue ese rollo xD). El dato importante es que siempre dije ‘novias’,
en femenino, como corresponde a una mujer transgénero-LESBIANA. Pues bien,
resulta que en el momento de contárselo el chip de NUP cambió radicalmente y dio por
hecho que, por querer ser mujer, mis exparejas debían de tratarse de hombres.
Lo que viene siendo el típico ‘chico con chica y chica con chico’… eso o el
típico estereotipo de que si un hombre quiere ser mujer es porque le gustan
otros hombres… ¡Pero no! Soy una bollera de pies a cabeza (Sí, he dicho ‘bollera’,
yo puedo decirlo. ¡Jodeos, personas no-bolleras! Con cariño, por supuesto xD)
¡FIN DE LAS ANÉCDOTAS! (quizás en otro momento cuente algunas más, que las hay)
Bueno, quiero terminar con una
pequeña anotación...
A menudo muchas personas sufren de una gran desinformación en
lo referente a personas LGBT+. Hay multitud de estereotipos falsos (un ejemplo de
ello lo mencioné antes, ‘si quieres ser mujer te tienen que gustar los hombres’).
Es normal, no hace tanto tiempo que se salió de ese cascarón y aún quedan
restos de él, pero ahora no hay que esconderse ni sentir vergüenza por
informarse mejor sobre ello.
Hay algunas cosas que sin duda son incómodas, como
preguntarle a una mujer (transexual) si todavía tiene pene. Eso es algo muy
íntimo e incómodo como comprenderéis. No obstante (al menos en mi caso)
prefiero que aquellas personas con dudas, con ganas de informarse y entender,
me pregunten abiertamente sobre cualquier tema relacionado con ello. Prefiero
responder preguntas y lograr que la gente nos comprenda en lugar de dejar a más
gente desinformada por el mundo con ideas equivocadas. ¡No tengáis reparos,
chic@s!
Espero que os haya gustado y feliz 'Día Internacional del Orgullo LGBT' ^^
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